VIOLENCIA FAMILIAR
PERFILES QUE HAY QUE RECONOCER
Los victimarios:
- Pueden ser hombres o mujeres y suelen ser personas autoritarias.
- Egocéntricas y egoístas.
- Miedosas.
- Sienten y hacen creer que son omnipotentes.
- Son excelentes simuladores: pueden ser personas violentas en casa pero educados y respetuosos en el ámbito laboral o social.
- Entre sus antecedentes tienen siempre momentos o situaciones en las que fueron maltratados o testigos de actos violentos. Generalmente en la infancia. i
Las víctimas:
- Son sometidas y serviciales.
- Resignadas y demandantes.
- Insegura y abnegadas.
- Son muy dependientes.
- Tienen baja autoestima.
- Se sienten indefensas.
- No pueden responder por sí mismas, dudan de ellas mismas.
- Aceptan el esquema de dominación porque así le enseñaron y lo asimila como normal. Sin embargo, cuando comienzan a notar la violencia en el otro pueden creer que están perdiendo la razón.
DISTINTAS MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA FAMILIAR
Jurídicamente se entiende por violencia familiar, toda acción u omisión ejercida por un integrante del grupo familiar contra otro que produce un daño en el aspecto físico, psíquico, sexual o patrimonial.
Por violencia física, se entiende toda acción u omisión que arriesga o daña la integridad corporal de una persona.
Por violencia psicológica, toda acción u omisión destinada a degradar o controlar las acciones, comportamientos, decisiones y creencias de otras personas por medio de la intimidación, manipulación, amenaza directa o indirecta, humillación, aislamiento o cualquier otra conducta que implique un perjuicio en la salud psicológica, emocional, la autodeterminación o el desarrollo personal.
Por violencia sexual, se entiende toda acción que obliga a una persona a mantener contacto sexualizado, físico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales con la persona que despliega la acción o con un tercero, mediante el uso de la fuerza física, chantaje, soborno, manipulación, o cualquier otra conducta que anule o limite la voluntad personal.
Por violencia sexual, se entiende toda acción que obliga a una persona a mantener contacto sexualizado, físico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales con la persona que despliega la acción o con un tercero, mediante el uso de la fuerza física, chantaje, soborno, manipulación, o cualquier otra conducta que anule o limite la voluntad personal.
Al recorrer las líneas precedentes, con toda seguridad comprobamos que en nuestra vida de familia estamos afectados en alguna una medida en una o en varias de las manifestaciones de la violencia familia descriptas. Es probable que no hayamos advertido tal circunstancia hasta el momento. Creer que es muy complejo y vergonzante denunciar que somos víctimas de una situación de violencia en el seno de nuestra propia familia provoca un estado pasivo que propicia y fomenta la actitud del violento y nos deja a merced de su flagelo diario. Depende de la victima de esa relación de poder arbitrario y absoluto que lo victimiza, modificar ese estado de cosas y poner fin diciendo BASTA. En cuanto a las otras víctimas que nos acompañan por ejemplo los hijos, no debemos equivocarnos , ocultando o minimizando los gestos de violencia, esa forma de actuar los desprotege y los expone a mayores dosis de violencia ( porque ésta, nunca disminuye ) que terminarán por dañarlos definitivamente.
Para empezar, debemos comprender que no resolveremos el problema en soledad, pues seguramente al estar con miedo y con culpa no podremos actuar en forma racional. Es importante confiar y derivar en aquel que su profesión se encuentra capacitado y fuera del foco de violencia para indicarnos la salida y el camino a seguir para alcanzarla. Además de buscar contención en el aspecto psicológico deberemos asesorarnos a nivel jurídico con un bogado de la especialidad, para que nos indique el camino legal y las herramientas para hacer valer el derecho que la ley nos reconoce.
Una vez que conozcamos donde estamos, sabremos hacia donde debemos ir. Una consulta a tiempo puede hacernos ver con claridad aquello que no creemos posible. La serenidad y nuestra armonía será transmitida a nuestros hijos, que dependen de nuestro accionar para poder decir basta ellos mismos.. Se lo debemos y nos lo merecemos.
POR CONSULTAS, SOLICITAR ENTREVISTAS CON LA DRA. LA CAMERA VANESA AL (54)0223- 489-5788/ 156177253 O AL EMAIL: lacameravanesa@gmail.com